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(Mesa de Disidencias Afectivas)

(02/06/2015, Centro Cultural las Cigarreras, Alicante, España)
Sobre una mesa hay una tela de rafia negra. Siete arquitectos colocan encima las imágenes de las personas u organizaciones, reales o de ficción, que han elegido como referentes porque se identifican con ellas, con sus trabajos y/o con sus relatos de vida. Y luego siguen superponiendo y mezclando experiencias, trabajos y afectos...

Cuando terminamos de construir la mesa de Disidencias afectivas dentro de la exposición: 13 años de PFC en Alicante,  releí este artículo: Desbordarse para ganar. Más allá de muchas carencias y ausencias, el proceso de construcción de esa mesa fue un acto de desbordamiento para la construcción colectiva de un relato. No están materializadas en el “producto final” todos los valores del proceso, pero están, invisibles, en cada una de las personas que lo vivimos. Y esa capacidad para dejarse desbordar creo que, igual que caracteriza a los nuevos movimientos políticos, caracteriza, en la medida de su escala, a lo que algunos llaman “el Modelo Alicante”. Y el día de la inauguración de la expo, con tantos relatos diferentes en cada pfc, con tantas personas de todas las promociones, con sus familiares incluso...pues me pareció sentir que realmente la escuela de arquitectura de alicante, desde su Área de Proyectos Arquitectónicos, con todas sus carencias, errores y lo que quieras, ha sido para suficientes personas una construcción colectiva, que forma parte de los relatos de vida de cada unx. Extraigo aquí un texto de ese artículo, y donde pone “organización política” podemos imaginarnos que pone “docencia y práctica arquitectónica”:

Estas experiencias están construyendo, sobre la marcha, prototipos abiertos para generar nuevas formas de organización política, caracterizada por la distribución de competencias más allá de los tradicionales gabinetes y secretarías de los partidos, por la producción de narrativas de forma abierta y colaborativa, por la creación de identidades mutantes y con vocación inclusiva, no excluyente. Son organizaciones que asumen e integran la des-organización, buscan -y se dejan- desbordar, más que compartirmentar la política en bloques (identitarios, lingüísticos, organizativos, demográficos, etc.).

Hablando de esto con un amigo, puso en duda que exista ese sentimiento de relato colectivo, más allá de mí misma, pero luego dijo algo que lo contradice un poco, ;) y es que existe demasiada vinculación con la escuela, por parte de muchos exalumnos, tanto a los que les fue bien como a los que les fue mal. Puede ser, y es uno de los peligros de la creación en común, de los vínculos afectivos que se generan en la construcción de la identidad relacional y no sólo de la identidad individualizada. Detectarlo está bien, para actuar sobre ello. Entiendo que lo peligroso es que esa identidad relacional exista sólo con un grupo de personas. Es lo que pasaba en la sociedades premodernas y lo que sigue pasando en comunidades demasiado endogámicas. No se trata pues de dejar de formar parte de comunidades ni de dejar de construir relatos colectivos, sino de no tener dependencia a ninguno de ellos y no dejar de alimentar la construcción de esa identidad individualizada.

Podéis leer aquí tanto los PFCs como las conversaciones y reflexiones en torno al tema de Disidencias Afectivas. Que no es una disidencia hacia la arquitectura, es hacia unos modos de hacer y de ser arquitecto perpetuado en los roles tradicionales y que no se adaptaron ni a nuestros cuerpos ni a nuestros deseos, al menos en el momento de realizar estos proyectos-investigaciones-experimentos, que yo no siento ni finales ni inicio de carrera. Son proyectos en el camino de la carrera. Antes del PFC hubo vida, fue muy intensa, determinante y llena de preguntas. Por eso a algunas nos sigue pareciendo tan importante que existan esas bitácoras, esos cuadernos de viaje, que recojan las derivas, los descubrimientos y también lo aprendido de los fracasos...Ya lo decíamos en las conclusiones de aquel artículo sobre pedagogía, políticas de género y formas de ser arquitecto, y lo ha vuelto a decir Ester Gisbert en su escrito sobre esta mesa de reflexión. Pero vamos, que tampoco es que sea ésta la supersolución, es una herramienta más para nuestros desarrollos.

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